martes, 1 de febrero de 2022

Llegó el frío

 

 

Llegó el frío. Quedó atrás la luminosa primavera, el gozoso verano, el romántico otoño. Llegó el crudo invierno a mi corazón. Porque ya no estás.

Te fuiste un día despuntando el alba. No sé con quién ni por qué.

Sólo quedaron las  margaritas, tu flor preferida.

Permanece  parado el reloj de mi existir; ya no sale el sol por las mañanas para mi;  sólo hay noches inquietas, pobladas de recuerdos, de vivencias, de un pensar que me vuelve loco.

Miro tu retrato y parece como que estás todavía aquí;  tus ojos almendrados posados  en mi mientras alborotaba tu pelo, el timbre dulce de tu  voz   sonando a música en mis oídos.

Pero es un cruel  espejismo; hasta el  aroma de mujer que llenaba la casa ha huido para siempre.

Perdió mi piel los caminos de tu piel;  mis manos vuelven a ser manos y ya no  son emisarias de caricias, de roces tiernos;  mis labios están cerrados para siempre a la sensualidad de los tuyos, me quedé sin esos besos que eran antesala de gozosas nirvanas, de perder el sentido noche y día.

Todo es un esperar no sé qué. No volverás. O si. No lo sé. Y si lo haces ..¿qué me dirás?

-Salí a dar una vuelta

-Me agobié de ti.

-Se me olvidó algo.

Y yo seré tan cándido que me pondré contento y te sonreiré, como si no hubiera pasado nada. No montaré en cólera, ¿para qué? Te diré tal vez…

- ¿Has vuelto para quedarte de nuevo, cariño mío?

Aunque me temo que nada de esto sucederá. Ha pasado ya mucho tiempo.

Doloroso tiempo en cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo…

Un día bebí en tu vaso, con la vana quimera de hallar la tibieza de tu boca en el insulso cristal, como si algún resquicio de ella permaneciera  todavía para hacerme sentir el ya lejano sabor de tus labios.

Me desespera  mirar tantas veces tu fotografía, ajustándote la bufanda al cuello por el frío, pero es que no lo puedo evitar. Ése día fuimos a la cabaña que alquilamos en la sierra. Encendimos fuego sin tener idea, pusimos la parrilla y echamos de todo. Estábamos alborozados, parecíamos críos que descubrían algo por primera vez. Salió todo medio quemado pero no importó. Era nuestro primer aniversario juntos y todo nos parecía de color de rosa. Me sentía muy feliz.

Aunque ahora pienso si lo fuiste también tú. Al poco,  te cambió el humor,  nada de lo que yo hacía te parecía bien. Los momentos dulces se fueron espaciando poco a poco hasta prácticamente desaparecer.

La casa se convirtió en un lugar opresivo, nos movíamos como dos extraños, escatimando palabras, gestos, cualquier señal que indicara que conocíamos la existencia del otro.

No sabía qué decirte. O no lo intenté siquiera.  Tal vez debí darme cuenta a tiempo de que algo no marchaba bien, rectificar si es que estaba en mi mano enmendar esa lacerante situación. Pero tu rostro no invitaba a arriesgarme a mejorar la situación, esa es la verdad.

Y fue pasando el tiempo. Hasta que un día descubrí que te habías ido. ¿Adónde te fuiste? ¿Con quién? Me gustaría saberlo. Si la culpa fue tuya o fue mía. O tal vez de ninguno de los dos.

Cuando riego tus margaritas las veo cada vez más hermosas y lozanas. Se han expandido por toda la terraza.  Te volverías loca ahora mismo si las vieras, es todo un espectáculo contemplar tal cantidad y tamaño de tu flor preferida.

En algún momento de melancolía estuve tentado de deshojar una de ellas.

Sí volverá. No volverá. Sí volverá. No volverá. Tuve miedo de que saliera No. De que en un arranque de los míos me diera por deshojarlas todas. Y que, para mi desgracia, con el último pétalo perdiese definitivamente la esperanza de tu vuelta con un rotundo NO.

Quizá, pienso por darme ánimos, se mantienen así porque vas a volver y quieren darte la gran sorpresa cuando las veas.

Por eso las riego cada mañana, las abono, hasta les habló de ti. Les digo que volverás. Que abrirás la puerta de casa y sonriendo me abrazarás y me dirás que me has echado mucho de menos, que me quieres más que nunca.

Y tus margaritas, todas a una, me dicen que sí, que no pierda nunca la Esperanza….

 

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4 comentarios:

  1. Una triste historia...que fue hermosa. Con un final lleno de esperanza.

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  2. Sorprendente requiebro! Salu2 Pascual.

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  3. Que bonita historia, yo espero que vuelva...

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  4. Tantos recuerdos...tu historia me retrocedio en el tiempo

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